Hace poco se reportaba que, durante el sexenio de Peña Nieto, se gastó más de un millón de pesos en artículos de limpieza, ahora todos esos lujos y excentricidades poco a poco van saliendo a la luz, pues se ha revelado que Alfonso Humberto Castillejos Cervantes, en ese momento consejero jurídico del entonces presidente Enrique Peña Nieto, compró tres camadas de mastines tibetanos a contado en 2016 en el mes de febrero. Cabe destacar que el mastín tibetano es la raza de perro más cara del mundo, llegando a costar hasta dos millones de dólares.
Pero, ¿por qué comprar estos perros? Por qué no despilfarrar el dinero que robó del pueblo mexicano en una mansión o en algún coche del año, pues según en China, tener este tipo de raza es sinónimo de poderío y dinero, cosa que a Alfonso Humberto Castillejos le sobraba. Vale mencionar que, en el criadero “Goods of Tibet”, uno de sus directores expone que en México, sólo políticos y empresarios se han hecho de esa especie.
¿Por qué un político mexicano compraría un perro exótico? De acuerdo a Eduardo Murueta, especialista en Psicología del Poder de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología, hubo un gran despilfarro de dinero, por lo cual tener un gran status y tener una gran apariencia contaba un gran símbolo.
«Cuando un político está rodeado de ello, de repente, necesita más beneficio material, más placer sensorial, más status, más reconocimiento. ¿Por qué? Porque la soledad empieza a ser progresiva», recalcó el psicólogo. ¿Pero la pregunta es quién compraba las croquetas y lujitos para los animales? ¿Alfonso Humberto Castillejos Cervantes o el pueblo mexicano?
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