A ver, a ver, ¿acaso no fue Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, la que aplaudió la famosa “Ley Bonilla”, que cambia el periodo de dos años para el que fue electo, Jaime Bonilla, por un periodo de cinco? ¿Acaso no es Yeidckol Polevnsky la que ha solapado las corruptelas de los grupos legislativos de Morena en todos los estados donde son mayoría, verbigracia el estado de Veracruz? Yeidckol Polevnsky, la que en plena austeridad republicana se monta en helicópteros y luego lo niega; Yeidckol Polevnsky la que se pelea con Tatiana Clouthier, la que se pelea con Monreal, la que está demostrando que no tiene escrúpulos.
Una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha amagado con salirse del partido de Morena «si el partido tuviera otros intereses o se despegara de sus ideales y principios», la dirigente dice que se iría atrás de él. Vaya incongruencia, ¿a qué se iría atrás de López Obrador? A echarle a perder los proyectos políticos que AMLO iniciara.
Morena se está convirtiendo poco a poco en el PRI que tanto odia, se está convirtiendo poco a poco en el PAN que tanto repudió. Morena ha perdido sus ideales y su ética, y con ello están llevando al presidente López Obrador a una derrota moral. Pero el presidente tampoco hace nada por evitarlo. Tan sólo en Veracruz, en lugar de venir a poner orden, sólo ha solapado el desorden.
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