El presidente Andrés Manuel López Obrador sabe quien o quienes perpetraron el atentado en contra del bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos; debe saberlo pues ha dicho que el perpetrador o los perpetradores ya habían sido detenidos y fueron dejados en libertad. Por supuesto esa información se la transmitió Cuitláhuac García quien, a los cuestionamientos sobre la masacre en el bar Caballo Blanco, debió responder de inmediato: «La culpa es del fiscal».
López Obrador aseveró que es muy posible que la Fiscalía General del Estado de Veracruz pueda estar coludida con el crimen organizado, y esa aseveración la tendrá que sustentar el jefe del Ejecutivo. Olvida Andrés Manuel López Obrador que Cuitláhuac García es un mentiroso compulsivo. Ya le mintió en su cara cuando tácitamente negó que Eleazar Guerrero es su primo-hermano; le mintió en su propia cara.
De modo que, si Andrés Manuel López Obrador cree los dichos de un mentiroso, se está metiendo en graves problemas. La masacre del bar Caballo Blanco es un acto inhumano, como lo dijera el presidente. Y se debe investigar hasta llegar a las últimas consecuencias. Está obligada la Federación a comprobar si la Fiscalía de Veracruz está coludida con el crimen organizado; pero si no hay pruebas de eso, ¿se disculpará el presidente?
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