Creer en la existencia de algo o alguien si haberlo visto físicamente, regularmente se convierte en un acto de fe. La capacitación que recibieron más de millón y medio de maestros en el país, es casi un acto religioso. Aún no hay Leyes Secundarias, sin embargo, para las autoridades de la SEP, ya lo dan como un hecho concreto. Tanto así que los maestros ya analizaron un borrador en la semana de antelación a clases con sus autoridades correspondientes. La incertidumbre que existe entre los maestros es evidente, aspectos como la promoción docente y el ingreso al magisterio son temas pendientes, éstos aún no se han definido bien.
Algunos se preguntan si acaso se usará el escalafón que durante décadas usaron los sindicatos para promocionar a los maestros. Es cierto que el Gobierno Federal se alza como el único garante de la rectoría educativa y de las plazas magisteriales, sin embargo, ya es necesario que se aprueben y se vea cómo quedaron.
Aún queda por definir cuál será el papel de los sindicatos y hasta qué grado el Estado mexicano permitirá que los líderes sindicales tengan injerencia en la repartición de plazas. Lo cierto es que esta situación ha generado incertidumbre dentro del magisterio. Aún se desconoce cuál será la reacción de la CNTE y si los otros actores sindicales le otorgarán el beneficio de la duda o le firman un cheque en blanco al gobierno de la Cuarta Transformación.
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