La cantante americana Taylor Swift en 2013 sufrió un ataque sexual de la mano del famoso DJ David Mueller, quien le tocara su glúteo en un evento en el Pepsi Center de Colorado, Estados Unidos; la cantante demandó al DJ y en 2017 ganó el caso y el DJ pago como una multa de un dólar al perder el caso. Seis años después Swift ha revelado que tiene cámaras cuidando su trasero cuando acude a eventos con sus fans, con el fin de no volver a vivir algún tipo de agresión sexual.
La cantante dijo: «Si algo vuelve a ocurrir, podemos probarlo con imágenes de vídeo desde todos los ángulos», mencionó la intérprete de ‘Love Story’.
Taylor no ha sufrido ningún ataque sexual hasta el momento, y ahora que se sabe que hay cámaras cuidando su parte trasera, ningún agresor o fan se atreverá a tocar los glúteos de esta mujer.
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