Escudadas en el feminismo, enarbolando una bandera justa, «No más violencia en contra de las mujeres», un nutrido grupo de féminas salió a protestar a las calles de la Ciudad de México y lo único que consiguieron fue hacer una apología de la violencia. No parece congruente salir a las calles a pregonar «No más violencia», acompañando su pregón con actos de violencia. Destruyeron negocios, hicieron pintas, procuraron incendios, agredieron periodistas, todo con la excusa de creer en la palabra de una joven que dijo ser violada, pero las pruebas no están mostrando eso.
Este tipo de protestas sólo generan rechazo, repudio y quienes se ponen de parte de este tipo de manifestaciones, deberían pensar antes si esta es la solución. Ah, y cuidado con hacer una crítica a estas mujeres, porque lo hacen a uno parecer que está en contra de su causa: «No más violencia en contra de las mujeres» y lo suman a uno entre los enemigos del feminismo.
Pero la violencia como respuesta a la violencia sólo genera repudio, rechazo y más violencia. Este tipo de manifestaciones no genera reflexión, y si acaso consiguen una respuesta por parte de las autoridades, es una respuesta vana, que les otorgan para calmar su furia, pero no es respuesta a sus peticiones de justicia.
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