Gracias a que un transeúnte prestó que atención a una bolsa de plástico donde se encontraban los cachorros, fue que se dieron cuenta del crimen, pues adentro iban siete cachorros, los cuales apenas tenían tres días de vida. Todos fueron trasladados a un refugio de animales, para un chequeo de salud, pero desgraciadamente uno de los siete cachorritos murió.
Los oficiales de control de animales inspeccionaron la casa de Culwell y descubrieron y confiscaron a 38 perros. Según materiales judiciales, a la mujer se le prohíbe tener animales hasta 2026. Ojalá su estancia en la cárcel le sirva a Deborah Sue Culwell para arrepentirse de su acto tan cruel y ayude a otros a reflexionar sobre la responsabilidad que se adquiere al poseer una mascota.