Se ve que al diputado Rodrigo García, hijo de Ricardo “Wikipedia” García, no le importa nada el tema de la reestructuración. Mientras los diputados debatían los pros y contras de la reestructuración de la deuda veracruzana, el diputado fifí se encontraba en la Riviera Maya, rentando una casa por Airbnb en Sian ka’an, una franja peninsular cerca de Tulum, en el estado de Quintana Roo. En el tablero del Congreso, de los 50 diputados que conforman la cámara, sólo hay tres inasistencias, Juan Carlos Molina, Mónica Robles y Rodrigo García Escalante; pero el único que presumió su viaje con los amigos fue el diputado de Pánuco.
Para Rodrigo García es más importante el placer que legislar; más importante el placer que proteger los intereses de los veracruzanos del Cártel de Sefiplan que se sigue saliéndose con la suya. Y es que el tema de la reestructuración de la deuda es sólo una excusa para administrar a los despachos contables que se harán cargo de las negociaciones; despachos contables que se tendrán que mochar con los del Cártel de Sefiplan.
La reestructuración a estas alturas es innecesaria, es una mascarada del gobierno para endeudarnos más, haciendo creer a los incautos veracruzanos que con el dinero que se ahorren en la reestructuración será para más hospitales, carreteras y salones de clases. Pero eso no le importa al diputado de Pánuco; en realidad lo que más le preocupaba a él era que no hubiera sargazo en la playa donde se pasa sus vacaciones.
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