Los hechos se dieron en la estación ferroviaria de Fráncfort, ubicada en Alemania; el asesino del niño huyó del lugar, pero personas que se encontraban cerca del lugar de la tragedia lo persiguieron y, finalmente, la policía alemana pudo detener a este hombre.
A este sujeto, después de su detención, se le interrogó y se le preguntó por qué había empujado a la mujer y al niño, pero esto último la policía no lo informó, sólo dijeron que entre la víctima y el asesino no había ningún tipo de relación.