En el sexenio anterior, durante la aprobación de la Reforma Educativa que estuvo vigente, el SNTE, sin Elba Esther Gordillo al frente, la apoyó y de facto le dio la espalda a más de un millón y medio de maestros afiliados. Sin embargo, seis años después y con un gobierno diferente, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) emitió un pronunciamiento público, manifestando su apoyo a la propuesta de Reforma Educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta postura convenenciera sólo ha puesto en evidencia el entreguismo y la falta de arrestos del actual comité ejecutivo que preside Alfonso Cepeda Salas. Hoy pretenden dar la imagen de ser unos verdaderos defensores de los derechos laborales, sin embargo, los maestros ya no les creen una sola palabra.
La situación es preocupante para el espurio comité que dice representar a los maestros, sobre todo cuando el propio presidente de México ha sugerido que los sindicatos deben dar paso libre a su democratización.
No hay de otra, Alfonso Cepeda Salas tendrá que enfrentar su destino y, sobre todo, deberá pagar las facturas al magisterio mexicano por su falta de arrestos y traición. Y es que, a decir verdad, el tiempo está en contra de los traidores, aunque ellos mismos no lo crean.
Charros vividores que solamente buscan huesos políticos.
Sinvergüenzas y corruptos