Pues sí está como para ponerse triste que lo despidan a uno de la Policía Federal o que no quede a otros más que renunciar y buscar una indemnización. Y es que la Policía Federal se convirtió en una policía de élite, con salarios que eran de los más altos en el país. Mientras un doctor en un hospital de la sierra gana cuatro mil pesos quincenales, un policía podría llegar a ganar mínimo 30 mil pesos mensuales y de ahí aspirar a los 41 mil, 59 mil, 70 mil o hasta los 97 mil que ganaban los comisionados generales.
Lo que son las cosas, había casos en los que un doctor que al Estado le costaba cuato mil pesos quincenales, tenía que curar heridos que habían sido golpeados por otros empleados del gobierno que ganaban 50 mil pesos mensuales. Pero al parecer eso se acabó, pues la Policía Federal está por desaparecer, pues si no pasan la evaluación para acceder a la Guardia Nacional, los elementos de la PF tendrán que quedarse en esa dependencia a la que le quedan pocos meses de vida.
Mejor hacer lo que algunos recomiendan: «Seamos claros: la Policía Federal ya terminó, compañeros. Por lo que debemos luchar es por nuestra indemnización, un dinero que nos sirva para invertirlo en un negocio». La otra es arriesgarse y ponerse a delinquir, que finalmente mañas sí aprendieron.
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