De buena fuente nos enteramos que Arturo Bermúdez Zurita se ha insertado en los servicios de inteligencia y de Seguridad en el estado de Morelos; él y varios de sus excolaboradores. Resulta que recientemente murió la hermana de uno de esos colaboradores, quien tuviera un buen cargo en Transporte Publico en el gobierno de Javier Duarte. Al lugar donde se velaban los restos de la hermana llegaron varias camionetas blancas, de esas que usan los funcionarios de cualquier estado. Sólo que las placas de las camionetas no eran del estado de Veracruz, sino del estado de Morelos, y quien se bajó de una de las camionetas, acompañado de varios guardias de seguridad, fue ese cercano colaborador de Arturo Bermúdez Zurita, quien al parecer ya está insertado en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco.
Vale mencionar que, en el mismo velorio, los amigos del visitante de Morelos fueron quienes corrieron la noticia de que primero Bermúdez Zurita consiguió trabajo en Morelos, y después mandó por sus colaboradores cercanos. ¿Cómo se puede eso? ¿Acaso el proceso de Bermúdez Zurita no sigue abierto en Veracruz?
Cabe mencionar que el almirante José Antonio Ortiz Guarneros, comisionado de Seguridad Pública de Morelos, se llevó consigo a Federico Rivas Valdés como su segundo de abordo. ¿Y quién es Federico Rivas? Pues un subordinado de Bermúdez Zurita, un subordinado con un historial muy negro. Si Bermúdez ya está colaborando en el gobierno de Morelos, no extraña que su gobernador esté calificado como el peor de toda la República, superando incluso a Cuitláhuac García, que eso ya es decir bastante.
Que no fue inhabilitado para trabajar en la administración pública federal, estatal y municipal ya lo exoneraron de los delitos corrupción y conflicto de interés en este caso son omisos para dar cumplimiento a las leyes a dónde queda la justicia