¿De qué sirve una Cartilla Moral si los miembros de la Cuarta Transformación no la cumplen? ¿De qué sirve un Memorándum en contra del influyentismo y del nepotismo si los miembros de la Cuarta Transformación no lo cumplen? ¿De qué sirve pregonar «cero corrupción, cero influyentismo, cero nepotismo, ninguna de esas lacras de la política», si al final vas permitir que los militantes de la Cuarta Transformación cometan abusos monumentales? La fuerza de la Cuarta Transformación es su constitución moral; podría ser que los nuevos funcionarios, alcaldes, gobernadores o secretarios de despacho no tuvieran la capacidad suficiente para desempeñar un cargo, pero si su encargo lo fincan en su constitución moral, saldrán adelante.
Pero el caso es que además de incapaces y de ineptos, son también indecentes, pero indecentes en serio. Ahí está el propio gobernador Cuitláhuac García, quien sigue diciendo que él no miente, cuando le espetamos en la cara su mentira; ahí está Rosalinda Galindo, quien dice que la suya es una familia honorable, pero tiene a ocho miembros de esta honorable familia en nómina; ahí está Hipólito Rodríguez, el inepto que está entre los cuatro alcaldes más incapaces del país.
Y así muchos ejemplos se repiten de senadoras que meten al novio acusado de pederastia como asesor o la diputada que también tiene a su “Palomo” como asesor. En serio, unos cuantos meses de esta Cuarta Transformación y ya supura pus de sus heridas.
tienen un vil desorden en las dependencias esperemos que el orfis no sea solapador