La investigación se basa en una declaración que diera un testigo protegido al que llaman “Jennifer”, el cual afirma que Rivera era contratada para cantar en las fiestas de La Barbie, en donde además consumía cocaína y dónde le pagaban en efectivo y con drogas. Relata el testigo que lo que más le llamaba la atención era la forma como La Barbie humillaba a Jenny Rivera. En una ocasión se suscitó un altercado entre el narco y la cantante, donde él la golpeó y la obligó a practicarle sexo oral delante de los invitados.
Según entrevistas que se han realizado, La Barbie señala que Jenny Rivera fue su amiga y cantó en varias ocasiones para él. Comenta que antes de que fuera detenido, ella era la invitada estrella para cantar en sus ranchos. Las autoridades encargadas del caso aseguran que el narcotraficante asesinó a la cantante Jenny Rivera en cumplimiento a las órdenes de El Chapo. La Barbie había recibido órdenes de Guzmán para que Jenny no tocara en Monterrey, ya que ahí estaban bien duros Los Zetas y corría riesgo la seguridad de todos a lo que Jenny no hizo caso y decidió tomar el vuelo para Monterrey, vuelo que no tendría aterrizaje.
