El instrumento de guerra define al guerrero. La lanza, esbelta arma de guerra define al lancero, el arco al arquero, la espada define al gladiador; todos ellos combatientes dignos y poderosos. Pero si tu arma de guerra son los 400 Pueblos, ¿qué clase de guerrero eres? Éric Patrocinio Cisneros y Cuitláhuac García son unos guerreros patéticos, despreciables e indignos. Los dos, Tuco y Tico, las urracas parlanchinas, se creen que no sabemos que César del Ángel, uno de los mercenarios sociales más viles del planeta, sólo se mueve por dinero. Traer decenas de personas para que se encueren en la Plaza Lerdo, en las calles del Centro Histórico de Xalapa cuesta mucho dinero.
Los 400 pueblos nunca se han quitado una camisa, un pantalón, un calzón de gratis. A cada uno de esos pobres explotados les pagan entre 200 y 300 pesos el día. A las mujeres les pagan más para que enseñen sus senos. Eche usted cuentas, cuántos hombres se quitan la ropa y a esos súmele una fuerte cantidad de dinero para el líder. Millones de pesos le entregó Fidel Herrera a César del Ángel de la partida secreta que maneja la subsecretaría de Gobierno.
La idea de usar a los 400 Pueblos es tan mala que desde ahora los patético Tuco y Tico ya dan lástima. No tienen idea de a quien dejaron entrar a sus aposentos. Lo peor de todo es que los xalapeños tendremos que soportar a los 400 Pueblos; los xalapeños siempre hemos repudiado a los 400 Pueblos y ese repudio lo trasladamos al gobierno que les paga para que se manifiesten. ¿Qué pensará López Obrador de esto?
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