De acuerdo con información del periódico Excélsior, se encontraron fotografías de Leonardo teniendo sexo con el padre Francisco Javier, su presunto asesino, y con otros dos sacerdotes; fotografías de sexo explícito. De acuerdo con esos informes, el joven pudo haber extorsionado a los sacerdotes, incluido el padre francisco Javier, y de esas extorsiones pudo haber obtenido dinero para sus viajes y su camioneta.
Pero no sólo eso, se informa que entre las cosas que el joven traía en sus pantalones a la hora de su muerte, había droga. Incluso, ya hay indicios de que, por el tema de las drogas, el joven ya había sido amenazado de muerte por otras personas. Las investigaciones siguen, los testigos aportan testimonios de que al parecer el seminarista no era tan santo como al principio se creía.