Es una necedad seguir negando lo evidente. El gobernador Cuitláhuac García se parece a esas adolescentes que para cubrir el acné de su rostro se ponen una plasta de maquillaje; que para que no se les vea. Así intenta cubrir el gobernador lo evidente, maquilándose el rostro con una plasta de mentiras. Habría que decirle al gobernador que las actas de nacimiento que poseemos en Libertad bajo Palabra no fueron obtenidas por una filtración. Un equipo de este portal acudió hasta el pueblo de Tlatlauquitepec, Puebla para ver con nuestros propios ojos los libros del Registro Civil.
En el libro 01 del año de 1933, en el acta 00072 se encuentra el registro de don Julio Juan Durán, hijo de Manuela Durán. El titular del Registro Civil nos señaló que quien acudió a registrarlo fue doña Manuela Durán, entonces de 25 años de edad. El padre no acudió y al no estar casada su hijo fue registrado como “natural”. Más tarde el padre Trinidad Guerrero reconoció legalmente a su hijo, dándole así su apellido. Manuela Durán, dice el registro, era «vecina del barrio de Ocotlán de 25 años de edad, célibe con ocupación doméstica».
En ese mismo registro está asentada el acta de Eleazar Guerrero Pérez, hijo “natural” de Bertha Pérez y de Julio Guerrero Durán. En esa misma acta hay un adendo, un sello que explica que Julio Guerrero y Bertha Pérez contrajeron matrimonio el 24 de septiembre de 1970. La pareja contrayente acudió al registro civil en el año de 1980 para reconocer como legítimos a sus seis hijos, incluido Eleazar Guerrero Pérez.
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