El gobernador del estado de Veracruz es responsable de la seguridad de todos los veracruzanos, asimismo es responsable del bienestar de sus gobernados, responsable de rendir cuentas, de decir la verdad, de comportarse a la altura de su responsabilidad. Por supuesto, eso no lo imputa de un suceso en lo particular. En el capítulo 49 de la Constitución Política de Veracruz, en el apartado IV dice que son atribuciones del gobernador: «Velar por la conservación del orden, tranquilidad y seguridad del Estado, disponiendo al efecto de las corporaciones policiales estatales, y de las municipales en aquellos casos que juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público; así como impedir los abusos de la fuerza pública a su cargo en contra de los ciudadanos, haciendo efectiva la responsabilidad en que aquélla incurriera».
Todo este asunto viene al caso ante la circunstancia del levantamiento de Marcos Miranda Cogco, Marmiko, quien la mañana de este miércoles fue levantado por sujetos desconocidos cuando salía de su domicilio. La familia responsabiliza al gobernador de lo que pudiera pasarle al comunicador, los apologistas del gobernador señalan que Cuitláhuac García no puede ser responsable de todo lo que le pase a una persona.
En una hipérbole cuesta abajo señalan que, si alguien se queda sin batería de su celular, es cosa del gobernador. Otro de los usuarios, con pleno uso de su insensatez señala que eso le pasa por no saber quedarse callado. El gobernador es responsable por no saber conservar el orden, la tranquilidad y la seguridad del estado, sólo por eso es responsable, y eso no es poca cosa.
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