Por si tenía usted dudas sobre la ética y la moral de José Luis Lima Franco, secretario de Finanzas, su defensa a los cuestionamientos sobre nepotismo en el gobierno de Cuitláhuac García deja muy en claro que, para él, la moral es un árbol que da moras y la ética una materia que ya no se da en las escuelas. Lima Franco tiene razón al decir que el gobernador tiene la facultad para hacer los nombramientos correspondientes dentro de su equipo de colaboradores, siempre y cuando esos nombramientos se apeguen a la ley.
Por si no lo sabe el secretario de Finanzas, hay una Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos para el estado de Veracruz. En esta ley está muy claro el impedimento que tiene el gobernador para nombrar o intervenir en el nombramiento «en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que puede resultar algún beneficio para él, su cónyuge o PARIENTES CONSANGUÍNEOS HASTA EL CUARTO GRADO O POR AFINIDAD».
Por lo mismo, el gobernador debe «abstenerse de intervenir o participar indebidamente en la selección, NOMBRAMIENTO, DESIGNACIÓN, CONTRATACIÓN, promoción, suspensión, remoción, cese o sanción de cualquier servidor público, cuando tenga interés personal, familiar, en este caso refiriéndose a PARIENTES CONSANGUÍNEOS HASTA EL CUARTO GRADO O POR AFINIDAD».
No se trata de si el señor Eleazar Guerrero es muy profesional para ocultar los moches o para nombrar duartistas en puesto de relevancia. Se trata de cumplir la ley y para ello se requiere de ética y moral, cosa que un imbécil como Lima Franco no tiene.
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