Durante las campañas electorales, un grupo de periodistas se destacó por sus agresivos ataques en contra de Andrés Manuel López Obrador. Uno de ellos fue Eduardo Ruiz Healy, quien llamaba a AMLO un mentiroso compulsivo. Otro, Óscar Mario Beteta, quien en algún momento se victimizó y dijo que cualquier cosa que le sucediera a él o a su familia hacía responsable al candidato López Obrador. Callo de Hacha, cuyo nombre real es Jorge Roberto Avilés Vázquez fue otro de los golpeadores en contra de López Obrador. Ya ni se diga Ricardo Alemán, quien sugirió a los seguidores de AMLO que lo asesinaran.
Pablo Hiriart desde El Financiero hizo de AMLO su tema preferido, siempre tratando de denostarlo. Joaquín López-Dóriga también estuvo entre ese grupo, desdeñoso y tratando de hacer que AMLO cayera en contradicciones o en ridículo. Pues todos ellos fueron grandes beneficiarios del gobierno de Peña Nieto. Durante el sexenio de Peña estos pseudo periodistas recibieron millones de pesos.
Reporta el periódico Reforma que «López Dóriga y a través de cuatro empresas recibió 251 millones 482 mil; Óscar Mario Beteta, con 74 millones 571 mil 100 pesos; Callo de Hacha, con 47 millones 389 mil 112 pesos; Pablo Hiriart, con 22 millones 149 mil 942 pesos; Ricardo Alemán con 25 millones 851 mil 109 pesos; Eduardo Ruiz Healy con 4 millones 242 mil. Por supuesto falta anotar a Enrique Krauze, que no es periodista, pero que recibió 144 millones 80 mil 995 pesos para la revista Letras Libres, 87 millones 402 mil 316 pesos por publicidad para Editorial Clío y 56 millones 678 mil 678 por otros servicios». Como ven, todos estos periodistas vendieron caro su amor, “aventureras”.
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