David Celaya Sibrián / El significado científico de la palabra drogadicción es: «Enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones». Cuando se habla del tema de la drogadicción, lo primero que nos viene a la mente es un joven de entre 15 o 25 años que fuma marihuana o que consume cocaína o crack.
Pero siempre hablamos y echamos la culpa a las drogas ilegales, pero ¿alguien ha pensado en el alcohol? Si razonamos un momento, para muchos jóvenes la primera droga que conocen es la bebida alcoholizada. Está droga es tolerada y por lo tanto legal porque detrás de ella están los grandes intereses económicos.
Cuando asesinan a una persona y en la autopsia se descubre que había consumido alguna droga, por lo regular hacemos un juicio algo cruel, pues como en su sangre traía alguna sustancia alucinógena que alteraba su comportamiento, entonces, a veces, no pensamos que debemos comportarnos empáticos.
La empatía «es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo», pero también se dice que la empatía es un don, que requiere de cierta dosis de compasión. Si alguien llora a mi lado, mi rostro adopta una expresión triste, pero si alguien ríe a mi lado, percibo en mi cara una sonrisa y en mi persona un sentimiento de felicidad.
La empatía, desde mi propia experiencia, en este caso sería haber experimentado el alcoholismo y las drogas, haber estado en ese mundo de perdición decadente. La voluntad y el dejarse ayudar por seres querido o profesionistas en el tema son dos cosas que tienen que ir de la mano para poder darle un giro a la vida, es por eso que ya existen centros de atención como el CONADIC y el IMJUVE.
Estas dos instituciones decidieron formalizar su alianza para ayudar a las juventudes de ahora, ahí se crean acciones para la sensibilización, información, prevención y detección oportuna. Todo ello en un marco de respeto a los Derechos Humanos de la juventud. Todo lo anterior basado en la empatía hacia las nuevas generaciones.
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