Seis partidos ganados y 10 perdidos colocaron a los de Cincinnati en últimos en su grupo, ¡por debajo de los Cafés de Cleveland! Los bengalíes arrancaron en 2018 con muy buen paso, a tal grado de que eran favoritos para llevarse el título divisional, pero desafortunadamente las lesiones de hombres destacados como es el caso de A. j. Green, Andy Dalton y Tyler Eifert, entre otros, fue lo que los llevó a terminar en este lugar y con marca perdedora. Al draft 2019 llegaban con una idea: reforzar su ofensiva con un hombre que proteja a su mariscal Andy Dalton y así evitar que lo lesionen.
En la primera ronda del draft reclutaron al tacle ofensivo Jonah Williams de Alabama; en la segunda ronda tomaron al ala cerrada Drew Sample de Washington; en la tercera ronda de North Carolina State al apoyador Germaine Pratt; en la cuarta ronda el mariscal Ryan Finley de North Carolina State, el tacle ofensivo Renell Wren de Arizona State y al guardia ofensivo Michael Jordan de Ohio State. Saltaron a la sexta ronda sumando al corredor Trayveon Williams de Texas A&M, al apoyador Deshaun Davis de Auburn y al corredor Rodney Anderson de Oklahoma. En la séptima ronda al esquinero Jordan Brown de South Dakota State.
En la agencia libre, intentando reforzar su ofensiva, contrataron al tacle ofensivo Bobby Hart, a los ala cerrada C.J. Uzomah, Tyler Eifert, y el guardia ofensivo John Miller. A su defensiva sumaron al apoyador Preston Brown y el esquinero B.W. Webb. Con estos movimientos los bengalíes ¿podrán ir por ese campeonato divisional? ¿Podrán salir del fondo de su grupo? Ya que terminar por debajo del considerado peor equipo en la NFL deja mucho que desear.
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