La maestra Elba Esther Gordillo Morales está de regreso y viene pisando fuerte; sabedora de que no hay a su paso ningún problema judicial o fiscal que le estorbe en su camino, viene por sus fueros. Es más, sus bienes asegurados ya le fueron devueltos sin chistar. En el momento que ella lo decida, podría participar como seria y digna aspirante a la secretaría del SNTE, el sindicato más grande que existe en nuestro país.
No obstante, legalmente no hay pretexto alguno para que las autoridades le restituyan sus derechos sindicales y de esa manera pueda deponer a la dirigencia espuria de Alfonso Cepeda Salas. Ese es otro frente que no se debe pasar por alto. Si Alfonso Cepeda Salas y compañía piensan que estarán hasta el 2024, sencillamente están viviendo en el error. Los vientos de la cuarta transformación que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador arrecian y traen de la mano la democratización de los sindicatos en nuestro país.
Sin embargo, no se debe de olvidar que antes de que salga la convocatoria de renovación del actual Comité Ejecutivo del SNTE, se deben hacer reformas estatutarias que se amolden a la democratización, dejar un lado a figura de delgados para darle paso a la votación libre y universal de todos, absolutamente de todos los trabajadores afiliados al gigante magisterial.
Además, se tendría que hacer ajustes o reformas a la Ley Interna del INE para que éste sea el organizador de las elecciones en el SNTE, y eso aún lleva algo de tiempo. De manera que la democratización del gigante magisterial va a pasos de tortuga.
Comentarios