La CNTE quiere que, para poder obtener una plaza docente, el candidato tiene que ser egresado de alguna escuela normal mexicana. Para obtener alguna promoción directiva o para incrementar horas, se debe de tomar en cuenta el escalafón, a saber, preparación responsabilidad y antigüedad. Por otro lado, Maestros por México también busca algo similar. Esa será la petición al momento de hacer las Leyes secundarias de la reforma que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es cierto que el Congreso Federal y el Senado le han dado el visto bueno y que pasar por al menos 17 congresos locales será un mero trámite, la lucha se dará al momento de hacer las leyes secundarias.
Es cierto que el dueño de las plazas es el Estado, sin embargo, tazar todo y subirlo a la balanza por un solo examen de conocimientos parece una medida extrema y categórica. Que no se olvide que la reforma de Peña Nieto así lo hizo y hoy tenemos docentes con plaza, pero sin las herramientas didácticas para hacerse cargo de un grupo. Por otro lado, se cuenta con directivos sin vocación y sin experiencia. Es cierto que algunos han puesto de su parte y están tomando cursos de actualización, pero la gran mayoría está improvisando.
Por lo que se puede ver, aún falta mucho para echar las campanas al vuelo, aún no hay nada que celebrar, es cierto que ya no existe la punitiva Ley de Servicio Profesional Docente, pero aún no existe una ley que defina el acceso y promoción docente. En otras palabras, la moneda aún está en el aire.
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