Como todos los cinéfilos, buscó su lugar y se acomodó en la sala para disfrutar la tan esperada película; sin embargo, su emoción fue tanta que en algunas escenas comenzó a llorar descontroladamente, asustando a los demás y arruinando el momento como los spoilers, palabra en inglés que significa “echar a perder“, “estropear” o “descomponer” y que se aplica para referirse a quienes revelan una parte importante de la trama de un programa de televisión, película o libro, antes de que sea exhibido al público.
Y es que el llanto de la chica no cesó y pasó a ser algo mayor, pues se hiperventiló, le costaba trabajo respirar, sus manos y pies se adormecieron, agravando su salud. Por ello, tuvo que ser atendida por paramédicos y enviada directo a un hospital para recibir una mayor valoración médica.