Armando Ortiz / En entrevista para Milenio Televisión, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García intentó explicar a Azucena Uresti que no se pueden pedir grandes resultados en tan poco tiempo. Cuitláhuac García asegura que su gobierno no está negociando con los grupos criminales, quienes solaparon y dejaron actuar a los grupos delictivos. Cuitláhuac García habló de los dos millones de personas en pobreza, sin servicios de salud. En ese momento preguntó a la periodista: “Te pregunto, tú eres inteligente, ¿cuánto tardarías en darle a dos millones de personas el acceso total a la salud?”. Muy propia la entrevistadora le dijo que ella no se atrevería a darle una respuesta, pero el gobernador de Veracruz porfió, por ello Azucena Uresti de Milenio Televisión le dijo: “Yo no soy la gobernadora de Veracruz”, a lo que el gobernador de manera soberbia y descortés le contestó: “Sí, este, por fortuna”. La verdad es que los infortunados somos los veracruzanos, a quienes nos tocó un gobernador de esta calaña. Por infortunio nos tocó un gobernador que no sabe resolver problemas, que no sabe plantear cuestionamientos, que no vive apegado a la realidad. Pero además, tenemos que aguantar a un gobernador necio, que a fuerza quiere que le den la razón, un gobernador soberbio que cree que Veracruz debe dar las gracias por tener la fortuna de tenerlo como gobernador.
Embestida contra Winckler desde la CDMX
De la Ciudad de México nos llegan informes que desde la misma presidencia de la República se han dado señales beisboleras para hacer todo lo posible porque el fiscal Jorge Winckler salga de la Fiscalía. No es gratuito que gente como Martí Batres, líder del Senado, apunte a la desconfianza que se le tiene a Jorge Winckler y que justifique la ineficacia del gobernador a la imposibilidad de coordinarse con la Fiscalía. La misma Gloría Sánchez, senadora por Veracruz, se sumó a la embestida contra Winckler, con tan mala estrella que la señora quedó embarrada en la miasma que el propio secretario de Gobierno de Veracruz ha emanado. Este es el principio de una embestida que tiene como fin quitar a Jorge Winckler de la Fiscalía, porque Cuitláhuac García argumentó que él no ha podido hacer bien las cosas porque todo su gobierno lo entorpece el señor fiscal. Es por ello que se lo van a quitar de encima, para ver si es cierto que puede gobernar sin el fiscal. Quien ya se soba las manos es Eric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno, quien vive la frustración de no haber podido cumplir su palabra: “Me canso ganso”. El señor se va a sentir vencedor, va a pregonar que él quitó al fiscal, para con ello vaciar sus bolsillos que están llenos de derrotas.
Y a Gloria Sánchez la tunden en Twitter
La maestra Gloria Sánchez trató de justificar lo injustificable y para ello quiso culpar a los medios de comunicación señalando que estos “magnifican el drama”. Después, con un torpe comunicado escrito a la carrera, quiso excusarse utilizando el “tumbaburros”, explicándonos los que significa la palabra “drama”. Por supuesto, en el mismo comunicado siguió culpando a los medios de recurrir al golpeteo político “para decir que en la 4T no cumplimos”. Tal vez la maestra no se lo esperaba, pero la respuesta de los usuarios en redes sociales fue abrumadora. La calificaron de insensata, insensible, maromera y vergonzante. @Marianagrisel22 le recordó el drama que hiciera una diputada de Morena cuando en el pleno se enteró del asesinato de su hija: “Debería preguntarle a la legisladora a la que le mataron a su hija si cree que se magnifican los dramas, no se imagina el coraje que da escuchar a legisladores tan insensibles e ignorantes duele y duele mucho, ni si quiera puedo imaginar lo que los veracruzanos sienten”. @Angel_heragu fue más directo: “Ojalá cuando la desgracia llegue a tu vida, no ‘magnifiques el drama’”. @Ulises_GA19 le anotó: “Ya mejor cierre la boca, ya la regó, ya no MAGNIFIQUE su disculpa”. Pero qué necesidad maestra, a ver si para la otra, como bien lo hiciera Ana Miriam Ferráez, entienda el dicho que reza: “En boca cerrada no entran moscas”. No se meta a defender a ultranza los errores de los otros y regrese a su estado de congruencia.