Al presidente Andrés Manuel López Obrador le han salido las cosas muy mal en materia de seguridad. Y es que ha sido notoria su incapacidad para combatir el narcotráfico en el país, pues había intentado emprender una estrategia para evitar la guerra contra el narco y pacificar a Mexico; sin embargo, no le resultó. Prueba de ello, son las amenazas que ha recibido por parte de dos cárteles en los más de 140 días que van de su sexenio.
Desde el pasado 31 de enero, el tabasqueño ha sido acechado por el Cártel de Santa Rosa de Lima, cuyo origen se remonta a 2014 cuando un grupo de huachicoleros decidió integrar una célula para cometer diversos crímenes en el llamado “Triángulo de las Bermudas”, en los municipios de León, Irapuato, Salamanca, Celaya y Los Apaseos, en el estado de Guanajuato.
Los criminales dedicaron mantas al mandatario federal para exigirle que retire a los elementos de Marina, Sedena y todas las Fuerzas Federales del estado o, de lo contrario, comenzarían a matar gente inocente. Además, el pasado 8 de febrero, en Tijuana, Baja California, apareció otra narcomanta del cártel de los Arellano Félix, donde hacen el mismo reclamo al Presidente.
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