La verdadera finalidad de los abogados de Veracruz que apoyan a Nicolás Baltazar, abogado de Luis Ángel Bravo, es buscar una deferencia por parte de las autoridades. Si contaron con la presencia del presidente de la actual Legislatura a lo mejor hasta busquen que se expida una ley que diga que, sí eres licenciado, miembro de alguna barra de abogados, no se te puede detener, aunque no lleves licencia, aunque te portes prepotente, aunque te pongas sabroso con las autoridades.
Demasiado tango para una persona común y corriente que fue detenida en el alcoholímetro, una persona que se siente celebridad, un actor del Canal de las Estrellas al que tan pronto vieron los oficiales de Tránsito, dijeron: «Mira a quién nos vinimos a encontrar». Las leyes son para todos y se aplican a todos. No debe haber deferencias ni presiones por parte de grupos sociales, académicos o profesionales para que se les trate de manera diferente.
Un ejemplo de ello es el caso de los periodistas, quienes son un gremio muy agredido en el estado de Veracruz, donde la muerte de periodistas se hizo muy común en los sexenios pasados. Nunca los periodistas buscaron que se dictara alguna ley especial que los diferenciara del resto de los ciudadanos.
Ahora bien, si uno cae en el alcoholímetro y no está regular, ya sea porque se tomó unas copas o no lleva los documentos para conducir, lo mejor es ponerse flojito y cooperar. Pero si de entrada empiezan con eso de que «yo soy abogado y a mí las leyes no me aplican», no pues así no.
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