Ni con todos los conocimientos médicos, un especialista está exento de sufrir un derrame cerebral, así como le pasó a Natalie Kunicki, una paramédica australiana radicada en Reino Unido que le ocurrió este evento vascular mientras disfrutaba de unas bebidas alcohólicas con una amiga, en casa. Y es que la joven de 23 años se encontraba acostada junto a una amiga viendo una película, charlaban y tomaban algunos tragos, cuando, inesperadamente, la vida de una de ellas cambió.
La relajación fue tanta que Natalie se estiró un poco y su cuello crujió, no le prestó importancia al pensar que era parte de su relajación. Cuando decidió ponerse de pie del sillón y caminar al baño, se percató de que le resultaba difícil moverse, quedando tendida en el suelo.
Aún con sus conocimientos médicos, decidió esperar, pensando que las bebidas la habían embriagado y motivado a que sus piernas no reaccionaran de forma normal. Los minutos pasaron y tuvo que ser atendida por especialistas en el hospital de Londres, donde los médicos la revisaron y le informaron que, debido a su estiramiento, una arteria en el cuello se le había reventado, creando un coágulo de sangre en el cerebro, mismo que la mantendría sin movilidad en sus piernas entre seis y 12 meses.
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