Para Yazmín, una madre en el municipio de Jiutepec, en el estado de Morelos, no fue fácil tomar fotografías de su hijo lleno de sangre. El menor de edad no sufrió un accidente, fue víctima de bullying al ser atacado por otros niños de su escuela que lo golpearon una y otra vez, reflejando así la violencia que tanto han observado en la televisión o padecido en sus hogares.
La camiseta del uniforme pasó de ser blanca a gris con manchas de sangre. El logo de la escuela primaria «Tierra y Libertad» siguió intacto en color azul marino; sin embargo, los directivos no movieron ni un dedo para sancionar a los responsables de la brutal agresión registrada en la instancia académica.
La madre lo denunció en redes sociales y consiguió ser atendida por el director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), Eliacin Salgado de la Paz y demás autoridades educativas que iniciaron la investigación del caso; sin embargo, molesta, sentenció: «Podrán hacerme a mí lo que quieran, pero con mis hijos nadie se mete, si la escuela no hace nada o no da una sanción, llegaré hasta las últimas consecuencias».
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