El analista político de El Economista, Fausto Pretelin, escribió en su columna que el secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón, había entregado su renuncia el día 2 de abril, sólo que el presidente no se la aceptó. Las razones que da Pretelin es que al ser AMLO un presidente que no viajará mucho al exterior, Ebrard no se podrá lucir como sí lo hicieran otros cancilleres. No parece ser un argumento de mucho peso, sin embargo, con el ego que se cargan algunos políticos y funcionarios públicos no se puede apostar a favor.
Fue el propio vocero de la Cancillería, Roberto Velasco Álvarez, quien desmintió dicha versión, señalando que su renuncia sólo está en el mundo de fantasía de quien lo escribió: «Totalmente falsa la información de esta nota. El evento referido en el título solo ocurrió en el ámbito de la fantasía. Seguimos trabajando con entrega y compromiso». Resulta difícil pensar que Marcelo Ebrard se alejará del servicio público, mucho menos de la diestra de Andrés Manuel López Obrador, pues se vaticina que, a futuro, cuando sea el tiempo de la sucesión presidencial, uno de los nombres que más sonará será precisamente el de Marcelo Ebrard.
Por cierto, hoy que circuló la versión de su renuncia, las redes sociales del Ebrard estuvieron más movidas. Por supuesto, si Ebrard hubiera en verdad entregado su renuncia, no lo reconocería la Cancillería. Por lo que nos queda la duda, ¿no entregó su renuncia, o no se la aceptó AMLO?
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