Adiós al maestro improvisado y chafa, ¡bienvenido el agente y promotor del cambio de la 4T!

Maestro
El maestro en la 4T deberá ser un agente y promotor de cambio; se acaba la evaluación docente y se inicia un ciclo de capacitación FOTO: WEB

El maestro del siglo XXI, o específicamente el de la Cuarta Transformación (4T), deberá ser un agente y promotor del cambio. Un sujeto forjador de paradigmas, que se atreva a resolver cualquier problema que impida el proceso de enseñanza aprendizaje. Esa es la ambiciosa apuesta que está haciendo el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador. En México, durante muchas décadas, se privilegió una filosofía político-sindical meritoria para poder alcanzar puestos directivos.

La venta de horas, semana, mes, junto a los cambios de adscripción sirvió para que muchos líderes sindicales amasaran cuantiosas fortunas. Muchas campañas políticas fueron financiadas con dinero proveniente de la venta de plazas que hacía el SNTE. La rectoría y colonización de las 32 oficinas de la SEP en el país eran regenteadas por incondicionales del SNTE.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se logró, a medias, que el SNTE soltara el control de las plazas mediante el Instituto Nacional de para la Evaluación de la Educación (INEE), se llegó a conocer la cantidad de escuelas, de maestros que laboraban y la cantidad de docentes comisionados en el país.

Sin embargo, su error fue condicionar la permanencia docente mediante un cuadrado y obtuso examen de conocimientos. Hoy el maestro está dispuesto a encajar e interpretar el rol que le endilga la 4T, aunque para ser honestos, antes se requiere conocer bien las normas del juego. En otras palabras, capacitación docente de calidad.

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