Morelia es un ejemplo que deben seguir otras ciudades de México

Morelia
Morelia, una ciudad ejemplo para México FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Díaz Bartolomé / Xalapa, Ver. Solamente conociendo lo que han logrado otras ciudades en el país con sus políticas de conservación, podemos darnos cuenta todo lo que hemos perdido en el tema de arquitectura e imagen urbana. Recientemente el grupo Xalapa Antiguo realizó un recorrido histórico por la antigua Valladolid, Santa Clara del Cobre y Pátzcuaro para conocer sus patrimonios; un extraordinario acercamiento a la historia y el arte de estas localidades michoacanas en la voz del maestro Alejandro Mariano.

La antigua Valladolid, actual Morelia fue fundada el 1541 por don Juan de Alvarado el viejo, don Juan de Villaseñor y don Luis de León Romano, por mandato del virrey don Antonio de Mendoza y Pacheco. Su nombre en la época prehispánica fue Guayangareo, en el virreinato recibió primeramente el nombre de ciudad de Mechuacán, el cual cambió en 1545 por Valladolid, en honor a la ciudad homónima de España. En 1828 cambió definitivamente de nombre por Morelia, en honor a José María Morelos y Pavón, oriundo de esta ciudad.

El centro histórico de Morelia es uno de los más conservados de México, es el que cuenta con más edificaciones catalogadas como monumentos históricos (posee 1,113 de los cuales 260 fueron señalados como relevantes). Estos edificios virreinales sobrevivieron a las leyes de reforma y a la serie de decretos federales y reglamentaciones estatales implementadas desde 1956. Con la declaratoria de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1991, ha logrado conservar su esencia primigenia que tenia en las postrimerías del siglo XVIII y que quedó pasmada en el plano levantado por órdenes del virrey don Miguel de la Grua Talamanca y Branciforte en 1794.

Por citar algunos patrimonios de Morelia, podemos citar la Catedral de Valladolid, por lo que tenemos que situarnos en el contexto histórico de 1536, con la fundación del obispado de Michoacan en el pueblo Tzintzuntzan, que después se traslada a la villa de Pátzcuaro, para finalmente establecerse en la antigua Valladolid -actual Morelia-, en el año 1580, en una ubicación distinta a la actual. En el año 1660 inicia la edificación de la actual catedral, concluyéndose en 1744. El proyecto fue asignado al italiano Vicenzo Baroccio, quien fue nombrado por el virrey Francisco Fernández de la Cueva, “maestro mayor de la obra”. De estilo barroco, elevadas torres, pilastras en vez de columnas y relieves en cantera rosa que narran la vida de cristo, hacen de la Catedral de Morelia una de las más bellas de a México. La transfiguración de Jesús es la advocación de la catedral, en su interior alberga dos imágenes muy veneradas, el Sagrado Corazón de Jesús, Santo patrono de la ciudad, y el Señor de la Sacristía, un cristo muy antiguo realizado en pasta de caña.

El convento dominico de Santa Catalina de Siena es otro de los ejemplos que conjugan la historia, arquitectura y tradición. Fue fundado el 22 de marzo de 1695 a iniciativa de Fray Alonso Guerra perteneciente a la Orden de Predicadores, fue el quinto construido en la Nueva España y el primer convento femenino de todo el obispado de Michoacán. Hacia mediados del siglo XVII, el convento albergaba 60 monjas de velo, de las cuales 40 era profesas y 20 novicias. Debido al auge que tenía el convento, se planeó en el año en el año 1720 la construcción de otro monasterio. Hacia 1743, después el traslado de de las monjas al nuevo convento, se funda el Colegio de Santa Rosa de Santa María con la finalidad de educar a las “Rosas de Castilla”, niñas y mujeres legítimas españolas, en su mayoría en situación de orfandad. A mediados del siglo XX el edificio albergó la Escuela Superior de Música Sacra, hoy Conservatorio de las Rosas. El compositor michoacano Miguel Bernal Jiménez fue el creador del “Doro de los Niños Cantores de Morelia”.

Estos patrimonios, así como el Colegio San Nicolás de Hidalgo, el Colegio del Carmen y muchos otros, forman parte de una ciudad Patrimonio Mundial, ejemplo para muchas otras en México, que aún en el presente, continúan en un proceso de destrucción arquitectónica. Al tiempo.

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