Apenas se están registrando los candidatos a la presidencia del PRI estatal Veracruz y ya se habla de dados cargados a favor de uno de los candidatos. Por supuesto, se sabe que quienes buscan la presidencia no son los idóneos, porque a pesar de que son militantes del PRI, su cordón umbilical sigue atado a la corrupción de los tiempos del Fidel Herrera y de Javier Duarte. Como militantes del PRI simplemente se comportaron como soldados de dos de los peores gobernadores de Veracruz.
Ahora bien, uno de ellos, Marlon Ramírez, empelado de los dos exgobernadores, se hace acompañar de dos personajes que tienen en la frente el signo de Caín: Anilú Íngram, conocida como #LadyEstanciasInfantiles y Jorge Carvallo, hijo putativo de Fidel Herrera, hermano putativo de Javier Duarte de Ochoa. ¿Qué le espera al PRI con este trío galaxia, Marlon, Anilú y Carvallo? Con este candidato y con estos apoyos sólo se puede pensar en un retroceso, sólo se puede pensar en un PRI retrógrada, que buscará en todos los sitios un poco de carroña para devorar.
El solo hecho de que Marlon Ramírez declarara que los veracruzanos ya lo perdonaron, que porque ellos ya expiaron en las pasadas elecciones, nos habla de un sujeto que no reconoce su propia realidad. Al PRI no lo han perdonado, porque el PRI no ha mostrado arrepentimiento. Un ejemplo: La imagen de Carlos Brito mojando sus galletas en café, es un emblema de que el PRI sigue siendo el mismo partido de siempre.
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