Cuitláhuac García acudió al Senado de la República el 14 de febrero a decir que «en el estado actúan más de seis cárteles y todos ellos superan en capacidad belicosa, en armamento a la policía estatal de Veracruz». Lo dijo para quedar bien con AMLO y así apoyar la creación de la Guardia Civil. ¿Y qué ha hecho el gobernador de Veracruz en estos más de 30 días? ¿Acaso se preocupó en armar y equipar a la Fuerza Civil una vez que reconoció que el problema es que los cárteles que operan en Veracruz están mejor armados? Al parecer Cuitlahuita no hizo nada, pues por lo que se ha sabido, la Fuerza Civil en Veracruz carece de mejor armamento o equipo.
Eso es lo que se señala en un audio que ya circula en medios de comunicación, en donde elementos de la Fuerza Civil aseguran que no hay apoyo de los altos mandos, que no tienen equipo suficiente y que las unidades que usan están para llorar. Así, los elementos de la Fuerza Civil, se niegan a combatir. «Nos mandan al matadero», dicen, porque además los delincuentes ya los están esperando y con mejor armamento.
Es por ello que este domingo trascendió que algunos elementos de la Fuerza Civil y de la policía estatal han desertado. Tan sólo la comandancia de Las Choapas está abandonada y en otros lugares de la zona de Coatzacoalcos otros se están retirando. Es comprensible, los mandan a la guerra y sin fusil.
Que manden entonces a las fuerzas militares soluciones debe de haber no enfrascarse y quedarse pasmados mientras les resuelven lo de la fuerza civil otras opciones tendrán que ver