Otra de las que no se salvó del espionaje del gobierno mexicano fue la maestra Elba Esther Gordillo, la poderosa exlíder del SNTE. En los archivos que se han desclasificado se da cuenta que la investigación en torno a ella inició en 1977, cuando era líder de la Sección 36. Con base en la información, deducimos que, desde aquellos años, Elba ya era considerada como una mujer con claras intenciones de ganar poder, y se detalla su capacidad de discurso, de improvisación, así como su alto poder de convocatoria. Quizá fueron estos elementos los que motivaron al gobierno a indagar en la vida de Gordillo.
Los encargados de espiarla escribieron en el expediente que, pese a que apenas iniciaba en las ligas del sindicalismo, en la década de los 70 contaba ya con un importante capital político y económico para crecer como lideresa. Se relatan los nombres de las figuras con las que ella tenía relaciones de trabajo, e incluso hay un apartado dedicado a hablar de su vida sentimental. En otra parte, aunque a usted le parezca extraño, se dan los detalles de la religión que practicaba en ese entonces la maestra, y se hace un registro minucioso de su documentación oficial.
En este expediente también de destacan sus cualidades para competir por puestos de elección popular, pues contaba con la simpatía de los ciudadanos que la conocían de cerca, estos datos la llevaron más tarde a ocupar un escaño en la Cámara de Diputados. En lo que se puede leer, que es mucho, se encuentran también algunos comentarios personales hechos por los redactores que dan cuenta del carácter déspota de Elba Esther. La califican como una mujer altiva, antipática y siempre lista a decir lo que piensa.
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