Vaya porro, vaya peleador callejero, vaya traicionero, vaya sujeto infame que preside la Secretaría de Gobierno. Éric Cisneros está ocupando su poder para venganzas personales, para ir en contra de quienes piden su destitución basados en su mala actuación como secretario de Gobierno. Éric Cisneros es un peligro para todo aquel que no esté de acuerdo con sus disparates. No importa si es un funcionario público, un diputado, una comunidad completa, un periodista, incluso el gobernador. Éric Cisneros, a quien bien le queda el mote de “porro de Palacio”, no tiene empacho en mostrar su poder, ese poder que le confirió el pueblo.
El diputado Magdaleno Rosales lo advirtió, señaló al secretario de Gobierno de hostigarlo a él y a su familia. El secretario, dice el diputado de Morena está atrás de todas las infamias de las que ha sido objeto. Está seguro que el gobernador Cuitláhuac García no tiene nada que ver en esa embestida; tampoco cree que sea cosa de Gómez Casarín, quien sólo recibe órdenes.
El intento de juicio político en contra de Magdaleno Rosales viene del secretario de Gobierno, quien busca a como dé lugar una victoria en un terreno donde los goles se le han negado. ¿Permitirán los diputados semejante infamia? ¿Darán luz verde a una denuncia que a todas luces proviene de Palacio de Gobierno? ¿Le darán gusto a un porro, a un sujeto que no merece el puesto que ostenta?
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