Preferiría no hacerlo…

Melville
"Preferiría no hacerlo..." la inmortal frase de Bartleby, del escritor Herman Melville FOTO: WEB
- en Opinión

Édgar Landa Hernández / Herman Melville escritor norteamericano en uno de los sus extraordinarios relatos de la literatura universal, nos presenta a Bartleby, el escribiente. Publicado por primera vez a finales de 1853. Un singular cuento en donde acapara nuestra atención al referirse a un triste personaje olvidado y sobre todo enigmático, nihilista, fiel reflejo de la inmensa soledad del ser humano en las ciudades.

No solo en tiempos pasados, sino también en nuestra actualidad. En donde la mayoría de las personas somos avasalladas por criterios consumistas y sobre todo materialistas hasta decir basta. En esta historia el narrador, un acaudalado licenciado que tiene un despacho, se ve inmiscuido en una controversial situación al contratar a un tipo que al inicio es escribiente, pero conforme transcurre la historia este escribiente se vuelve en un ser sombrío, al que no le importa continuar de manera normal, sino que todo lo que se le ofrece el responde de una forma escueta y de esta forma «preferiría no hacerlo»

Las causas de este comportamiento en Bartleby nunca son expuestas al lector dejando un pesar en el final.
En todos y cada uno de nosotros existe un Bartleby, nos convertimos de una u otra forma en seres que cuando probamos la soledad nos sabe amarga.

Pero no hacemos nada por revertir esta manera de vivir. Los tiempos en los que nos encontramos nos ha llevado a seguir ciertos patrones de conductas que únicamente nos convierten en entes al servicio de los demás ante una precaria remuneración y todo para poder subsistir, o más bien sobrevivir.

Nos situamos en un limbo dejando de percibir una realidad tangible. Y preferimos no hacerlo.

La soledad es confundirse en esos enojos que enmarcan los rostros de seres que se les olvidó amar, usurpan las muecas y caras rígidas ávidas de un amor que se desapareció en la nada,

Podría seguir escribiendo, pero prefiero no hacerlo

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *