La definición de “Nepotismo” más inmediata es: «Trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos». Andrés Manuel López Obrador dijo que en la Cuarta Transformación eso no se daría y ha tenido mucho cuidado de evitarlo al menos entre sus más cercanos colaboradores. Pero en Veracruz, el Nepotismo se ha convertido en algo común, empezando por el primo del gobernador, Eleazar Guerrero, quien maneja la transmutación de muchos priistas a Morena. Pero también el presidente del Congreso de Veracruz tiene a su hijo manejando los dineros del gobierno.
En la SEV, el secretario Zenyazen Escobar puso a amantes, exmujeres y hasta chichifos en puestos de suma importancia. Ahora se da el caso de la Secretaria de Salud. Un grupo de doctores firman con puño y letra una denuncia en contra del titular, Roberto Ramos Alor, quien ya colocó a su sobrino, Marco Antonio Saviñón Ramos, en Sanidad Internacional, una dependencia muy delicada, encargada del manejo de productos que pueden ingresar alguna epidemia que pondría en riesgo a la población.
Esta dependencia evita que «cualquier tipo de plaga o enfermedad que pudiese traer dicha embarcación lo cual pone en riesgo, no solamente la vida humana de los miembros de la tripulación, sino que también a las personas que se encuentran en contacto dicha embarcación».
Los firmantes dicen que «en 19 días, Saviñón Ramos colecciona señalamientos que van desde al abuso de autoridad, negligencia, ausencia, agresiones verbales, hasta la ineficacia, negligencia e incompetencia para el cargo por el supuesto perfil profesional y las características morfológicas, entre estas el sobre peso que lo limita a desempeñar sus obligaciones».
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