Patrocinio Cisneros Burgos debe renunciar; en Veracruz no se consiguen votos amenazando

Cisneros
Xalapa, Ver.- Éric Patrocinio Cisneros Burgos FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER

Éric Patrocinio Cisneros Burgos, nacido en Otatitlán, pero criado en Baja California, sólo vino a Veracruz a cosechar derrotas. Él puede presumir que, junto con Cuitláhuac García, ganó la gubernatura de Veracruz, pero ya lo dijo Ricardo Monreal, fue López Obrador el que los arrastró al triunfo. Las derrotas de Patrocinio ya son muchas. Por hablador se comprometió a quitar al fiscal Jorge Winckler de su cargo, «me canso ganso», dijo y en adelante postergó una victoria que ayer mismo le aseguraron, se la negarían. Ahora debe andar echando espuma por la boca, amenazando, buscando con quién desquitarse.

Patrocinio Cisneros Burgos ya entendió que, al menos en Veracruz, no se consiguen votos amenazando; tampoco extorsionando. Los votos se consiguen argumentando, conciliando, incluso negociando. Ahora tiene un bloque de diputados en contra, diputados unidos que van a reaccionar cuando alguien intente agredir a uno solo de ellos.

Cisneros Burgos buscó sus propios operadores. Consiguió a un periodista para que le pusiera en charola de plata a los comunicadores más “influyentes”, pero le vieron la cara; buscó al “Chule” para que le operara libelos mediante el seudónimo “Juan Tirado”, pero le vieron la cara. Después de este golpe Patrocinio ya no se levanta. Él podrá sonreír, podrá decir que salvó cosas del naufragio, pero todos recordaremos al funcionario hablador que dijo iba a quitar a Winckler de su cargo, pero no pudo.

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