No se trataba de Winckler, se trataba de la legalidad

Éric Patrocinio Cisneros Burgos; Jorge Winckler Ortiz FOTO: ESPECIAL

Un medio de comunicación está sujeto a normas éticas y morales que le obligan a expresarse con honestidad y a dejar que otros se expresen con su honestidad. Es por ello que en este medio no cuestionamos a nuestros columnistas, no los censuramos a pesar de que no coincidamos con ellos, a pesar de que nos demos cuenta de su tácita intención; cada quien es responsable de su nombre, de su prestigio. Algunos periodistas nóveles no entienden esto. El juicio político en contra de Jorge Winckler desveló muchas cosas. A un gobierno incorrecto que presume honestidad, presume respeto a la autonomía de los poderes, presume legalidad, pero a ojos vistas sus hechos lo contradicen.

En el caso de los medios muchos periodistas se pusieron del lado de esta ilegalidad, promoviendo un juicio político absurdo. A ver, los abogados de dos presuntos delincuentes querían tumbar al fiscal para mejorar su condición jurídica, eso es aberrante. Los periodistas que escribían sobre el absurdo de ese juicio político, muchos no estaban del lado de Winckler, estaban del lado de la legalidad.

Algunos decían que Winckler les pagaba para ponerse de su lado, pero Jorge Winckler, como su exjefe Yunes Linares, no le dan agua ni al gallo de la pasión, cita de don Alfonso Salces. Pero no se podía permitir que una institución, en este caso el poder Ejecutivo, utilizara otros poderes para quitarse de encima a los funcionarios que le incomodan. Y en ese afán enmierdaron a muchos: Periodistas, diputados, colectivos, activistas, empresarios, abogados; pocos se salvaron de ese salpicadero de mierda que zurró Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno.

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