En la parábola de los talentos, Jesús nos ilustra la falta de compromiso, responsabilidad y pericia de un esclavo. A otros dos les encomienda el preciado tesoro, a uno le da cinco y al otro dos, al esclavo negligente sólo le da uno. A su regreso, pide cuentas, y dos de ellos entregan cuentas satisfactorias, al que le dio cinco ganó otros cinco y al que le confió dos lo duplicó. «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor». Le dijo a cada uno.
Sin embargo, cuando le exige cuentas al que le dio un solo talento, éste le dice a su amo: «Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo». Y respondiendo su señor, le dijo: «Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí; por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con intereses. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado».
Resulta increíble cómo esta parábola le aplica como anillo al dedo la alcalde de Xalapa, Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, resulta inconcebible que haya regresado 15 millones la Federación, cuando en Xalapa hay colonias que requieren drenaje y pavimentación. Este señor, como el esclavo infiel de la parábola, merece que lo quiten por inepto.
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