Pero qué sabe de energía la señora Rocío Nahle si lo único que fue a hacer en su fugaz paso por Pemex fue grillar. Nunca fue una funcionaria de nivel, sólo tuvo contrataciones temporales y con eso le vendió al ingenuo López Obrador la idea de que ella era la mejor para ocupar la Secretaría de Energía. Lo más grave es que Rocío Nahle, desde su posición de poder ha formado un feudo en el sur de Veracruz. Rocío Nahle se vale del tráfico de influencias y por ello el corrupto alcalde de Coatzacoalcos le pasa los millones de pesos en contratos de promoción de imagen que resultan un fraude.
Recientemente los pobladores de Chinameca echaron abajo el negocio del relleno sanitario que les querían imponer, negocio de uno de los compadres de la señora Nahle. Tan ocupada está en grillas, en tráfico de influencias y en ver los partidos de sus Tiburones Rojos que la señora llega a la conferencia de prensa de López Obrador si haber hecho la tarea.
Claro que el señor presidente se encabronó con la Nahle, y por ello se canceló la comparecencia de la secretaria de Energía y otros funcionarios con senadores, para que no se pusiera más en evidencia la torpeza e ignorancia de una secretaria que se ocupa más en grillar que en trabajar.
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