No es lo mismo ser borracho que cantinero, ni es lo mismo ser el mejor bailarín de salsa que saber manejar y resolver los problemas de un estado tan complejo como lo es Veracruz. Y es que varios políticos cambian su postura dependiendo el lugar que se encuentren. Resulta que Cuitláhuac García Jiménez, gobernador constitucional del estado de Veracruz, cuando buscaba congraciarse con el magisterio, habló con quién era el vocero en ese momento, Zenyazen Escobar García, y éste le pidió que lo cobijara el MMPV, Escobar le dio el sí, con la condición que lo hiciera secretario de Educación cuando fuera gobernador, negociación que finalmente Cuitláhuac García cumplió, a pesar de varias inconformidades en el centro del país.
Se recordará que en ese momento los maestros se oponían rotundamente contra la Evaluación Docente y el hoy gobernador hasta recibió dos que tres madrazos por defender esa postura. Sin embargo, que ya disfruta de las mieles del poder y que su camarada se regodea en el kilómetro 4.5, su opinión y postura sobre la evaluación ya ha cambiado, ya no es tan ortodoxa y radical, ya se ha suavizado, al grado tal que acaba de declarar que, maestro que quiera trabajar como maestro, tendrá que evaluarse.
Tal parece que al Ejecutivo estatal se le olvida que los senadores de su partido mandaron una iniciativa de ley donde se pide la suspensión definitiva de la evaluación en todas sus facetas, incluyendo el ingreso al magisterio mediante un examen. Si García Jiménez tiene dudas, sería bueno que leyera la Gaceta Parlamentaria, donde viene dicho acuerdo. Que no sea tan desesperado, aún ni siembran las aceitunas y ya el Cui les quiere poner precio.
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