La palabra revolución a muchos no les gusta, se les hace exagerada y muy amplia para describir un cambio rotundo. Sin embargo, los 20 puntos que propone el Nuevo Plan Educativo que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, pretende revolucionar el modelo de enseñanza y de ver al maestro. Resulta que en uno de los puntos se reconoce por primera ocasión al magisterio como agente primordial de la transformación social.
Una visión contrastante con el gobierno de Enrique Peña Nieto, que puso al centro de la polémica al maestro, como el único culpable de la baja calidad educativa. Los medios de comunicación pegados a la ubre del Gobierno Federal lograron colocar en el pensamiento de muchos que los maestros eran flojos y conflictivos. La clase empresarial, preocupada por que la educación en el país se enfocara a la privatización, se unió y financió una verdadera campaña desprestigio.
Hoy las cosas son distintas, el propio secretario de Educación, Esteban Moctezuma, y el presidente de la República buscan volver a colocar la figura del maestro como un verdadero agente de cambio. Como en antaño, cuando el maestro tenía una influencia positiva en su comunidad y gestionaba mejoras que contribuían al desarrollo. Desde luego que, si el Gobierno Federal apoya la labor docente y lo ve con buenos ojos, seguramente los beneficiados serán los propios alumnos.
Comentarios