Nunca la investidura de gobernador se había visto tan sobajada. No se recuerda a un mandatario veracruzano siendo tratado como lo fue Cuitláhuac García en Chinameca. Después de que corrieran a Éric Cisneros, encargado de la política interior, funcionario a quien correspondía solucionar el problema del bloqueo, a quien correspondía utilizar todos los medios a su mano para solucionar el problema, el gobernador tuvo que ser expuesto a una turba que no estaba decidida a evitar que Rocío Nahle y sus socios pusieran un relleno sanitario en las cercanías de esta población.
El gobernador pensó que lo iban a tratar como gobernador, como representante de López Obrador; pensó que lo iban a tratar como a López Obrador, pero lo trataron como a un funcionario de quinta. Cuitláhuac García quiso ser evasivo pero los vecinos de Chinameca de inmediato se dieron cuenta que con su propuesta de Consulta el gobernador quería darles atole con el dedo. Por más que insistía el Cuic, el pueblo más se enfurecía porque no habían llamado al gobernador para escuchar su demagogia, sino para que se comprometiera a evitar el relleno sanitario.
En un video de más de 18 minutos que ya circula en las redes, se advierte como sobajaron al gobernador, le hicieron manita de puerco y lo obligaron a decir «no al relleno sanitario». Por cierto, en el minuto 15: 43 una persona desesperada, al ver la falta de oficio del gobernador espetó: «Es un pendejo este». El problema es que ya le tomaron la medida a Cuitláhuac García, y ahora si un pueblo quiere conseguir algo, basta con bloquear carreteras, esperar a que llegue el gobernador y obligarlo a que se haga lo que el pueblo dice. Ya lo dijo el mismo Cuic: «Con el pueblo todo, sin el pueblo nada». Grito victorioso que pasó a ser lamento de derrota.
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