Édgar Landa Hernández / El desordenamiento y la confusión se apoderaron nuevamente de nuestra ciudad. Después de un 25 de diciembre, en donde la mayoría de las arterias citadinas lucían majestuosas e imponentes y sobre todo vacías, ayer nuevamente se dejó ver el caos en la capital del estado. Rostros enfadados, otros, llenos de incertidumbre por buscar algún recoveco por dónde pasar y llegar a sus destinos.
Largas hileras de vehículos se hicieron presentes hasta obstaculizar por completo las rutas idóneas para circular. Desde el tramo comprendido entre la SEV y Plaza ánimas la circulación era nula debido a que algunas personas habían cerrado la vialidad.
Al igual que el segmento que comprende el circuito presidentes a la altura de la “USBI” en donde trabajadores municipales iniciaron un re encarpetado de la carretera, haciendo aún más fastidiosa la circulación. Aunado que cuando pasa el tren, ¡es imposible moverse!
Es curioso, aún en estos tiempos de rispidez y prisas, algunos automovilistas toman las cosas con cierta calma, los que van acompañados charlan, sonríen, algunos observan sus mensajes, otros se desquician a tal grado de gritar improperios y hacen sonar su claxon con cierta melodía alusiva al diez de mayo.
Ya entrada la tarde la fluidez se hizo sentir nuevamente para bien de los Xalapeños.
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