Andrés Manuel López Obrador tiene una visión muy amplia de lo que son los orígenes de la violencia y la inseguridad en México. Por ello, una de sus apuestas está en brindar a los jóvenes alternativas viables, posibles y asequibles como es la capacitación para ser empleados, becas estudiantiles para que no abandonen la escuela y hasta empleos. Sabe que el descuido a la juventud fue lo que nutrió a las bandas del crimen organizado. Sin embargo, para lograr que los índices de violencia y crimen bajen en el país se requiere más que un año, dos o un sexenio; tal vez se requiera de toda una generación.
El mérito de López Obrador está en ser él quien diera inicio a un programa generacional que ponga una solución, si no definitiva, sí efectiva en contra de la violencia y crimen en nuestro país. Apostar a la juventud es apostar al futuro.
¿Se imagina usted cómo estaría México si López Portillo hubiera tenido esta visión? ¿Cómo sería este país si los jóvenes de los 80’s hubieran tenido la alternativa del empleo y el estudio en lugar de sumarse a una banda criminal? Los jóvenes que van a recibir esta oportunidad deben aprovecharla y no comportarse como quienes están recibiendo un apoyo para su diversión; el apoyo es para su formación, para la transformación del país.
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