Primero se informó que de la ex Residencia Oficial de Los Pinos habían desaparecido las pinturas que corresponden a la colección de arte del gobierno mexicano, ahora nos enteramos que hasta con las cucharas barrieron los últimos inquilinos. De acuerdo con fuentes cercanas a la presidencia, se ha sabido que tampoco se han encontrado los juegos de cucharas, y usted se preguntará ¿por qué tanto escándalo por unas cucharas? Pues resulta que estas son de colección y pertenecieron al mismísimo Porfirio Diaz, de ahí su importancia.
Sobre las piezas de arte, ya un exfuncionario peñista ha informado que todas se entregaron a la secretaría de Hacienda, y que otras fueron regresadas a sus dueños porque son obras de colecciones privadas. Y la actual administración ha informado que ya se está trabajando para dar con el paradero de todos los faltantes para regresarlos al lugar al que pertenecen, pero una cosa sí ha quedado clara, que el espacio de Los Pinos fue abierto al público tal y como lo dejaron los Peña-Rivera.
El cuestionamiento de ¿a dónde fueron a parar todos los muebles y objetos decorativos?, surgió desde el primer minuto en que la ex Residencia se convirtió en un espacio cultural. Los visitantes esperaban encontrar habitaciones llenas de lujo y comodidades, pero solamente encontraron cuartos vacíos con apenas algunos muebles viejos. Y el colmo de los colmos es que también se llevaron almohadas y colchones, o sea que barrieron con todo. Pero no seamos mal pensados, esperemos a que la administración actual informe a dónde fueron a parar todas esas cosas.
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