Todo este discurso de que la reducción del presupuesto para universidades públicas, que se planteó en el Presupuesto de Egresos 2019, fue un “error” resulta muy inverosímil, y a continuación le decimos por qué. Apenas el lunes, luego de que la UNAM emitiera un comunicado en el que rechazaba el recorte de los recursos públicos destinados a mejorar la educación superior del país, López Obrador negó que en el proyecto enviado al Congreso, existieran recortes, al contrario, aseguró que en 2019 se destinarían mayores recursos para las universidades de todo el país.
En ese momento mencionó que no tenía conocimiento de cuál era la postura de la máxima casa de estudios, pero dejó muy en claro que a partir de ahora “se hará más con menos; tiene que rendir más el presupuesto, porque tienen que desaparecer lujos. Debe haber más austeridad republicana”. Ahora, a escasos dos días de aquellas declaraciones, el presidente ha tenido que dar la cara y decir que “se cometió un error” y que se revisará el apartado de las universidades públicas para enmendarlo y que las instituciones reciban lo que les corresponde.
Por supuesto que vemos con buenos ojos que se modifique el presupuesto para las universidades mexicanas, pero que no nos vengan con el cuento ese de que se les “chispoteó” porque no son El Chavo del Ocho. Mejor que digan que “fue sin querer queriendo”, que lo van arreglar y que no volverá a suceder; eso sí se los podemos creer. A ver si en una de esas no nos salen con que también los recortes a la cultura y a muchos otros rubros se hicieron por error.
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